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Resultados Escucha Creativa Pichidegua, Primer Ciclo 2019

Categorías: Cecrea Pichidegua, Escuchas Creativas

Escuchas Creativas Cecrea

El corazón de Cecrea está en su sistema de participación permanente, pues buscamos que el programa se desarrolle a partir de las visiones, inquietudes e intereses de sus protagonistas. Su metodología principal es la Escucha Creativa, encuentro de niños, niñas y jóvenes (NNJ) que busca promover su participación activa, a través de estrategias de consulta lúdicas y creativas que posibilitan una constante retroalimentación de información para la toma de decisiones en cada Cecrea. Las Escuchas ponen de manifiesto el derecho de NNJ a participar y ser escuchados.

Cada Escucha dura tres horas. Para su realización se reúne a un equipo de tres adultos facilitadores, quienes guían las actividades, y hacen las preguntas para levantar la información que requiere el proceso. Además, participan tres observadores, encargados de registrar lo dicho y expresado por los niños, niñas y jóvenes para luego sistematizarlo en un reporte de resultados.

La primera Escucha Creativa que realizamos en cada Cecrea este 2019 estuvo vinculada con la temática de la Semana de la Educación Artística (SEA): “Arte y naturaleza, conciencia en acción”.

Objetivo de la Escucha

Promover el pensamiento crítico y creativo sobre la experiencia de los niños, niñas y jóvenes como seres constitutivos y habitantes de la naturaleza, propiciando la problematización, toma de conciencia y acción social en torno al impacto de las acciones humanas en el medio ambiente.

Escucha Creativa Cecrea Pichidegua

La Escucha se realizó el jueves 2 de mayo de 2019 en la sede de Cecrea. Participaron 29 niños, niñas y jóvenes de entre 11 y  15 años, de los cuales 15 eran hombres y 14 mujeres.

 

¿Qué hicimos?

Cada Escucha Creativa tiene tres fases metodológicas: recepción – maestranza/taller – consejo. No obstante, es una estructura flexible, que cada región adapta a su realidad, donde lo fundamental es resguardar los derechos de niños, niñas y jóvenes, entre ellos: ser escuchados, expresarse libremente, participar de las decisiones que les afectan, jugar, y ser informados.

Para conocer en detalle la metodología diseñada para la primera Escucha Creativa de Cecrea en cada región, puedes descargar la planificación aquí.

Lo que escuchamos y observamos

Primer Momento: Recepción

Les dimos la bienvenida a los niños, niñas y jóvenes (NNJ) en un círculo y explicamos los objetivos y el sentido de la actividad. Había una actitud de disposición de los y las participantes, sus caras mostraban entusiasmo e intriga por la actividad que se realizaría.

Luego, les entregamos pulseras al azar para separarlos en tres grupos. Cada facilitador se juntó con su grupo para realizar un recorrido sensorial y conectarse con el tema principal de la Escucha: la naturaleza. La idea era que la mitad de los/as participantes de cada grupo se vendara los ojos; así, con la mitad del grupo vendado, y entre risas y nervios comenzaron a recorrer los dispositivos sensoriales instalados en el espacio. Había un dispositivo auditivo, donde a través de micrófonos se captaban los sonidos ambientales que se podían escuchar mediante audífonos. Otro dispositivo era táctil, los NNJ podían tocar y sentir cajas con tierra, piedras, paja, agua, cemento y otros. Y por último había un módulo con dispositivos olfativos y gustativos, donde los y las participantes podían oler plantas aromáticas y degustar membrillo, ajo, miel, entre otras cosas.

Sentir el agua les causó risa, la tierra húmeda la tocaron con mucha desconfianza, escuchar sonidos ambiente les produjo curiosidad, probar la naranja les abrió el apetito, oler hierbas les provocó recuerdos.

“Esta la tenemos en mi casa”
“Esta la he olido donde mi abuelita”

Luego, se turnaron la venda para que el/la compañero/a también pudiera vivenciar la experiencia. Cuando se les preguntó qué les pareció la actividad algunas de las impresiones fueron

“Me gustó la piedra, me gusta jugar con las piedras”
“A mí me gustó la tierra, es suave, estaba mojada”
“Me gusta el olor a café“
“Me dio susto la paja pensé que había algo”
“La piedra y la tierra son familiares”

En general, los niños, niñas y jóvenes tuvieron una buena disposición para el recorrido, sus caras y sus formas de participación demostraban curiosidad e inquietud ante la experiencia que se estaba viviendo. Al terminar el recorrido los/as invitamos a responder: “En la escala de la naturaleza ¿Cómo me siento hoy?”. La idea era escoger una imagen de la naturaleza dentro de varias posibilidades que representara su estado de ánimo. Con la elección en la mano pasamos a las maestranzas. La forma en que se dio la actividad de escoger un número, no permitió conocer mayores apreciaciones sobre cómo se sentían los NNJ en ese momento. Sin embargo, se percibía alegría y ganas de participar.

Segundo Momento: Maestranzas

Cada grupo se fue a una sala diferente. Los/as invitamos a sentarse en el suelo para conversar sobre lo vivenciado en los dispositivos sensoriales y sobre su experiencia y relación con la naturaleza. En algunos grupos costó más que se expresaran y en otros el diálogo fue más fluido. En uno de los grupos los NNJ respondieron con monosílabos o silencios largos ante las preguntas de la facilitadora. En otro, quisimos saber sobre lo respondido en la actividad de la escala de la naturaleza. Allí, un participante comentó que eligió la imagen uno, que era un campo, porque le gusta estar callado y tranquilo y a la vez estar acompañado. Otro participante comentó que optó por la seis porque le encantaba estar en la playa. Y otro, eligió la imagen tres porque salían flores lo que le causaba entre felicidad y tristeza. En general, las referencias que hicieron respecto de las fotografías elegidas denotaba que los y las participantes estaba con un buen estado de ánimo. En los tres grupos había cierta timidez que fue cediendo en la medida que avanzaba la actividad.

Luego, los y las facilitadoras dispusieron un papel kraft donde estaba escrita la pregunta “Somos naturaleza, ¿qué estamos haciéndonos?”. Algunas de las respuestas fueron:

“El daño que estamos haciendo a largo plazo, es un daño a nosotros mismos”
“Somos parte de la vida y le estamos haciendo un daño al planeta

«¿Están de acuerdo con que somos naturaleza?” preguntó una de las facilitadoras a continuación. Uno de los niños puso en duda la afirmación

“No vivimos tanto en la naturaleza, hay gente que no va al campo porque la mayoría de la gente vive en ciudades”.
“La naturaleza se debería cuidar porque la estamos dañando mucho, la naturaleza es vida”.

En otro de los grupos en relación a la pregunta central respondieron en negativa. Algunas de las impresiones fueron

“Nosotros la contaminamos
“Al hablar de naturaleza, hablan de la interacción con los animales y mascotas”
“Sí, la naturaleza la vemos en uno”.

En relación a esta actividad muchos de los NNJ reconocieron los daños a la naturaleza y al medio ambiente. A partir de estas reflexiones los/as invitamos a construir un umbral o espacio sensorial donde se pudiera expresar sus opiniones, esta vez sin usar las palabras. La idea es que luego de la construcción cada grupo visitara el trabajo del otro. Los materiales escogidos fueron en gran parte comprados para la instancia como telas, pinturas, perros de ropa, tijeras, pegamento, etc., pero también se utilizaron otros elementos reciclados por el Cecrea como tubos de pvc, hojas secas, ropa, herramientas, trozos de madera. La invitación desde Cecrea fue orientar la maestranza a la creación de tres umbrales diferentes: uno del pasado, uno del presente y uno del futuro.

Un trabajo que destacó fue el del grupo azul, liderado por mujeres en esta etapa, ya que muchos de los hombres se distraían rápidamente y preferían salir al patio a jugar con sus compañeros de otros grupos. Las niñas constantemente estaban llamando a participar a sus compañeros y les pedían que trajeran los materiales para ellas confeccionar la instalación. Se notó que la capacidad imaginativa y constructora fue liderada por las niñas, siendo los niños los “proveedores” de materiales y ayudantes.

En el umbral del “Pasado” representaron una imagen idealizada del pasado, con un cielo limpio y dibujos de pasto, árboles y flores. Asimismo, optaron por trabajar con el teatro, transformando el espacio en un escenario. Improvisaron disfraces y un pequeño guión para contar lo que imaginaban del pasado en su ciudad. Los NNJ pensaron en un pasado lejano y cercano a la vez, mezclaron elementos, por una parte decían que en el pasado el aire era limpio y puro, por lo tanto el cielo era azul, y por otra parte comentaban que las casa estaban un poco más alejadas y no tan cerca del centro y que se reunían en el centro a hacer fiestas y que ahí contaminaban. Entonces querían poner como ejemplo que los adultos contaminaban y los niños llamaban la atención, enseñando a los adultos a no contaminar y tener mayor cuidado con los residuos. En general los NNJ tomaban en cuenta las ideas de todos, y las trataban de unir en una sola. No se generó debate ni discusiones de cómo construir el umbral. Cada NNJ hacía lo que quería.

En el umbral del «Presente» plasmaron la contaminación actual, sobre todo del agua. Para esto hicieron una instalación en la que se veía un cielo negro por la contaminación -hecho de telas y ropa-, un río oscuro y lleno de basura que salía de unos tubos -reciclados de pvc-  que venían de una supuesta fábrica que era, en gran parte, culpable de esa contaminación. Esta instalación terminó con la salida al mar de toda esta contaminación que pasó de la fábrica al río y mostraron como gran parte de este mar se ve contaminado dejando poca agua limpia en el océano. Al momento de la visita de los compañeros, la instalación generó mucha sorpresa, sobre todo en los adultos. Los NNJ escucharon atentamente lo que su compañera explicaba de la instalación.

“Antes no había contaminación, era todo paisaje, por eso los colores tierra utilizados en este umbral”

Posteriormente, la instalación fue utilizada en la intervención en la plaza de Pichidegua, realizada en el marco de la Semana de la Educación Artística (SEA).

En el umbral del «Futuro», en tanto, se mostró un panorama un tanto apocalíptico. La naturaleza fundida en plástico. «¿Cómo se imaginan la naturaleza en el futuro?»- Preguntó la facilitadora.

«Árboles con electricidad»
«Si seguimos así con la naturaleza en el futuro vamos a estar todos muertos»
«Aire artificial, todo plástico»

Uno de los niños llevaba una mano gigante, construida con cartón, tratando de representar la deformación, al parecer por el uso de los celulares. También había un letrero que decía: “Si contaminas mueres”. En el relato se indicó que este es el futuro que nos espera sino hay un cambio.

Destacó además la pregunta de una niña: ¿por qué no tiene ni suelo ni cielo esta instalación?, dijo. Ella misma propuso la respuesta, y señaló que quizás en el futuro no habrá tierra pero «si seguimos como estamos podremos quedar así pero si hacemos el cambio podemos seguir más similar a como estamos ahora«.

En general los NNJ lograron el objetivo de construir umbrales, identificando e imaginando el pasado y el futuro e interpretando el presente. Sin embargo, costó invitarlos a trabajar, muy pocos demostraron verdadero interés en la actividad y sólo un pequeño grupo logró identificar problemáticas ambientales ligadas a la zona. Dentro de las problemáticas identificadas nombraron el exceso de basura en sus barrios, la desaparición del paisaje de los cerros por la intervención de viñas y la falta de cultura de la gente: «Es que algunos no les importa, los criaron así».

Tercer Momento: El Consejo

Como cierre de la jornada invitamos a los/as participantes a ver un video de Greta Thunberg, niña sueca que está liderando protestas mundiales por el planeta. Los y las participantes se sentaron ordenados en el suelo y con una actitud concentrada escucharon lo que Greta tenía que decir, ante eso, les llamó la atención que una niña protestara. Luego, los/as invitamos a grabar un video con un mensaje de una posible acción concreta para motivar al resto de Pichidegua a hacer un cambio. Al momento de la grabación en cámara volvieron a mostrar un lado más introvertido  y las respuestas surgieron de a poco. Se escuchó:

“No contaminar”
“Comenzar a plantar más árboles”
“No botar pilas”
“Más basureros de reciclaje”

En general no hubo profundidad en las respuestas de los participantes, a diferencia de lo que ha surgido en el mismo Cecrea Pichidegua, donde se han realizado diversas acciones a favor del medio ambiente, tales como la recuperación del cerro de la ciudad a partir de la limpieza del sector, la construcción de senderos, juegos y luminaria solar, entre otros. Ejemplificar con este tipo de proyectos locales, en vez del caso de la niña sueca, podría haber sido una alternativa para motivar a la acción de una forma más contextualizada.

Antes de la partida, con los y las participantes hicimos una ronda final donde planteamos la inquietud que dio vueltas durante toda la Escucha: ¿somos naturaleza? Algunos/as señalaron que en un inicio estaban distantes de esta idea, pero en el proceso se fueron dando cuenta de que sí éramos naturaleza. En ese momento motivamos a tomar compromisos reales con el cuidado del medio ambiente, y como ejemplo, regalamos una botella reutilizable con el mensaje «somos naturaleza». La idea era que cada uno/a se fuera con un símbolo concreto de la reducción de plástico.

Conclusiones

  • Los niños, niñas y jóvenes son conscientes del daño al medio ambiente y la naturaleza, y reconocen prácticas que dañan al medio ambiente. Reflexionaron en torno a la tala de árboles, basurales y contaminación. No obstante, no hay vinculación directa de estas problemáticas con su realidad local. Queda como desafío identificar, junto con los y las participantes, las situaciones que los/as afectan directamente a ellos/as en su localidad. En esta línea Cecrea Pichidegua ya ha avanzado con la identificación del micro basural en el cerro de la ciudad y sus constantes acciones por mejorar la situación (construcción de senderos, limpieza, fabricación de juegos, luminarias con energía solar, entre otros). Es un desafío continuar en esta línea.
  • Los y las participantes tienen conocimiento sobre técnicas de cuidado y protección del medio ambiente como reciclaje, reutilización, reforestación.
  • Los NNJ identifican contradicción en la actitud de los adultos, que por una parte indican que quieren lo mejor para las futuras generaciones y por otra no hacen nada para cuidar el medioambiente. Consideran urgente conscientizar a sus familias respecto del tema. Esto representa una oportunidad para el programa pues se puede diseñar junto con los NNJ un proyecto o laboratorio que contribuya a visibilizar la temática. De hecho, la Escucha buscó indagar someramente en posibles acciones por la naturaleza, pero el tiempo no dio para profundizar en aquello. Se requiere otra instancia para diseñar propuestas, sobre todo en una línea más vinculada con su territorio.
  • Si bien los niños participaron y parecieron disfrutar de la actividad, en algunos casos la timidez los restaba de reflexionar colectivamente más a fondo.
  • Se evidenciaron diferencias importantes entre niñas y niños. Son las niñas las que poseen más disposición a trabajar en la maestranza, los niños se distrajeron con mayor facilidad de la actividad. Ante esto, es interesante preguntarse por los roles de género en el territorio: ¿se reproduce en los niños y niñas las prácticas aprendidas del mundo adulto, donde el hombre ejerce un rol de proveedor? Indagar y trabajar en el tema género es una oportunidad para Cecrea Pichidegua.

Desafío Cecrea: ¿Qué haremos con esta información?

A partir de la información que surgió en la Escucha Creativa y luego de realizar la devolución de esta con los niños, niñas y jóvenes que participaron, nos proponemos los siguientes desafíos:

  • Continuaremos el proyecto en el cerro de Pichidegua, tal como hasta ahora, donde proyectamos generar un espacio experimental (a mediano plazo) para el desarrollo de tecnologías sustentables, agroecología y arte, que vaya surgiendo desde distintos proyectos en conexión. En ese sentido, realizaremos trabajo al aire libre, incluyendo bicicleta, observación de flora y fauna y fotografía, intereses manifestados por los NNJ en la devolución.
  • Como adultos nos comprometemos a demostrar, con acciones concretas, que queremos lo mejor para las futuras generaciones, manteniendo una postura transparente y clara como equipo Cecrea, en torno al cuidado del medio ambiente. Como por ejemplo, reciclar y reutilizar materiales.
  • Una forma de concientizar a personas adultas es trabajar con el cantor local Tomás Jorquera y niños, niñas y jóvenes en la creación de décimas por el cuidado del medio ambiente y plantas medicinales, las que podemos difundirlas por la radio local y publicar en otros medios de comunicación. Esto, en conjunto con el plan de salvaguardia de canto a lo poeta y el departamento de Patrimonio regional.
  • Para concientizar a la familia, no sólo con las décimas, sino que como parte de los laboratorios, proponemos enviar algunas actividades o acciones a realizar en la casa con ayuda de familiares. Así podemos ir involucrando a la familia e identificar el interés al respecto.
  • Desde el trabajo de género se plantea realizar un laboratorio sólo para niñas y otro sólo para niños. En el caso de los niños abordar las nuevas masculinidades (papel que tienen los hombres en la equidad de género). Luego, realizar actividades conjuntas en relación a las experiencias que realicemos por separado.