Cecrea da un paso importante en Renca con la primera Escucha Creativa

"¡Qué bien pensado!", se escuchó decir a una de las participantes cuando una compañera sugirió calefacción para combatir el frío, o una sala de enfermería para cuidar a quien se lastime. Ese espíritu de colaboración y cuidado mutuo fue el protagonista el pasado sábado 6 de diciembre, cuando la Casa de la Cultura, de la Municipalidad de Renca se convirtió en un epicentro de la imaginación.

En lo que marca uno de los hitos importantes en el camino hacia la instalación del futuro Centro de Creación (Cecrea) en Renca, se llevó a cabo una Escucha Creativa de Apropiación que reunió a 25 niños, niñas y jóvenes (NNJ) de entre 7 y 19 años. Durante una intensa jornada de seis horas. Estos ciudadanos creativos no solo asistieron, sino que trabajaron como co-diseñadores de las políticas culturales que les afectarán directamente.

El derecho a imaginar el territorio

Siguiendo la metodología participativa del Programa Cecrea del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, el objetivo fue claro: garantizar el derecho de los NNJ a ser escuchados y a incidir en las decisiones de su entorno.

Las dinámicas permitieron levantar información vital. Los participantes, divididos en grupos etarios, debatieron sobre las necesidades del espacio físico y emocional del futuro centro. Ideas sobre zonas de cuidado, accesibilidad y confort climático surgieron espontáneamente, demostrando que las infancias de Renca tienen una visión lúcida y pragmática sobre el bienestar comunitario.

Una alianza para #CrecerEnRenca

Este proceso es fruto del convenio entre el Ministerio y la Municipalidad de Renca. La información recopilada en esta Escucha Creativa no quedará en el papel; será el insumo principal para:

1. Nutrir el Sondeo de Instalación.
2. Diseñar un Modelo de Gestión pertinente al territorio.
3. Crear una programación que responda a los verdaderos intereses de la comunidad local.

Los resultados se integrarán además al programa municipal #CrecerEnRenca, fortaleciendo el ecosistema de oportunidades científicas, artísticas y tecnológicas de la comuna.

Con esta primera piedra simbólica puesta por los propios niños, niñas y jóvenes, Cecrea Renca comienza su camino no como un edificio que se impone, sino como un refugio creativo que nace desde la voz y el sueño de sus habitantes.

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