Categorías: Cecrea San Joaquín, Escuchas Creativas
El corazón de Cecrea está en su sistema de participación permanente, pues buscamos que el programa se desarrolle a partir de las visiones, inquietudes e intereses de sus protagonistas. Su metodología principal es la Escucha Creativa, encuentro de niños, niñas y jóvenes (NNJ) que busca promover su participación activa, a través de estrategias de consulta lúdicas y creativas que posibilitan una constante retroalimentación de información para la toma de decisiones en cada Cecrea. Las Escuchas ponen de manifiesto el derecho de NNJ a participar y ser escuchados.
Cada Escucha dura tres horas. Para su realización se reúne a un equipo de tres adultos facilitadores, quienes guían las actividades, y hacen las preguntas para levantar la información que requiere el proceso. Además, participan tres observadores, encargados de registrar lo dicho y expresado por los niños, niñas y jóvenes para luego sistematizarlo en un reporte de resultados.
La primera Escucha Creativa que realizamos en cada Cecrea este 2019 estuvo vinculada con la temática de la Semana de la Educación Artística (SEA): “Arte y naturaleza, conciencia en acción”.
Promover el pensamiento crítico y creativo sobre la experiencia de los niños, niñas y jóvenes como seres constitutivos y habitantes de la naturaleza, propiciando la problematización, toma de conciencia y acción social en torno al impacto de las acciones humanas en el medio ambiente.
La Escucha se realizó el sábado 11 de mayo de 2019 en la sede de Cecrea San Joaquín, ubicada en Av. Carlos Valdovinos 283. Participaron 31 niños, niñas y jóvenes de entre 7 y 15 años, de los cuales 18 eran mujeres y 13 hombres.
Cada Escucha Creativa tiene tres fases metodológicas: recepción – maestranza/taller – consejo. No obstante, es una estructura flexible, que cada región adapta a su realidad, donde lo fundamental es resguardar los derechos de niños, niñas y jóvenes, entre ellos: ser escuchados, expresarse libremente, participar de las decisiones que les afectan, jugar, y ser informados.
Para conocer en detalle la metodología diseñada para la primera Escucha Creativa de Cecrea en cada región, puedes descargar la planificación aquí.
Primer Momento: Recepción
A medida que los niños, niñas y jóvenes iban llegando, se fueron inscribiendo en una lista y luego al azar, seleccionando el grupo en el que les tocaría participar durante el momento de las maestranzas, diferenciándose a través de una pulsera de color.
A medida que iban llegando, miraban con entusiasmo y curiosidad, y jugaban en el lugar. Posterior a la inscripción fueron invitados a identificar su estado de ánimo, a través de un papelógrafo con nueve imágenes de la naturaleza y la pregunta: “en la escala de la naturaleza, ¿Cómo me siento hoy?”. En general, miraban la escala y respondían:
“Elijo la 3 porque me siento feliz” dijo una niña apuntando una imagen de flores.
“Yo elijo esta porque estoy muerto de sed” dice un niño indicando un paisaje desértico
“Hoy estoy serena” dijo una adolescente que apuntó a la imagen de un mar tranquilo
«Tengo frío y me siento bien» estableció un joven apuntando un paisaje nevado
Aunque el dispositivo permitió identificar sensaciones iniciales, varios de los y las participantes eligieron las imágenes más por un gusto personal que por la relación con su estado de ánimo.
Luego, fueron invitados a conectarse con la naturaleza a través de un recorrido sensorial. En el espacio habían diversos dispositivos que invitaban a tocar, observar (descubrir), oler y escuchar. En la experiencia se observaron sentimientos encontrados, entre temor y curiosidad:
«Tía me da miedo, toque usted primero»
«Esto es tierra ¡Qué asco!»
«Son hojas, qué rico tocarlas»
En relación a las cajas “Huéleme”, no fueron muy perceptivos del contenido: “Uy, huele hediondo”, «Esto es olor a hierbas», fueron algunas comentarios. Por otro lado, mucha sorpresa causó el dispositivo “Obsérvame” donde a través de un microscopio digital los NNJ podían ver tierra, hojas e insectos. Una niña se dispuso a mirar una hoja, cuando descubrió que había un insecto y que este se proyectaba en una pantalla gigante se escuchó una expresión de sorpresa por parte de todos los NNJ que estaban cerca: «¡Ooooooh!» «¡Qué bacán!»
“¿De dónde es este bichito?” preguntó la facilitadora – “Es de los árboles, de las plantas, de la naturaleza” respondió una niña. Por otro lado, el dispositivo auditivo “Escúchame” también causó gran curiosidad. A través de unos audífonos se podía captar el sonido de un micrófono ambiental dispuesto en el patio, algunos hacían ruidos para que el que estuviera con los audífonos puestos pudiera escucharlos.
El recorrido sensorial permitió romper el hielo y motivarlos a participar, aunque no necesariamente haya generado una conexión particular con la naturaleza, temática de la Escucha.
Luego del recorrido, se invitó a los y las participantes a formar un gran círculo donde se explicó el sentido de la Escucha, los objetivos de la jornada y se realizaron dinámicas de presentación y activación. Aquellos que ya conocían Cecrea fueron muy participativos, los que iban por primera vez se mostraban tímidos y reacios a participar.
Segundo Momento: Maestranzas
Se dividió a los NNJ en grupos: naranjo, morado y azul. Los y las facilitadoras dieron inicio a la reflexión, apuntando a la pregunta central de la Escucha: “¿Qué hemos hecho los seres humanos con la naturaleza?”:
“Hemos hecho daño por tirar basura”
“La hemos destruido”
“Destrozarla y mejorarla a la vez”
“Maltratarla”
“La naturaleza es vida, es nuestra casa”
“A mí me importa la naturaleza porque vengo del campo, he plantado tomates, lechugas. La ciudad es más sucia”
«La naturaleza nos da vida y es como bonito el paisaje de la naturaleza y como que nos han ayudado algunas plantas – o sea igual todas nos ayudan- a que estemos vivos. La naturaleza nos ayuda a respirar y a sentirnos más alegres”
“Sin la naturaleza no tendríamos donde vivir porque la naturaleza… antes Santiago era un bosque. Así que gracias a la naturaleza tenemos un lugar para vivir”
“ Y nuestros cuerpos ¿son naturaleza?»– preguntó una de las facilitadoras en uno de los grupos:
«No, son humanos»
«Lo que tiene tierra y agua, eso sí es naturaleza”
“Los árboles son como nosotros, los árboles crecen y viven , y nosotros también”
“El cuerpo es también naturaleza porque tiene…. Tomamos agua y ellos también toman agua.”
En el grupo azul destacó una adolescente que se identificó como Sam, muy participativa. Ella reflexionó en torno a la naturaleza y como actuamos los seres humanos sobre ella.“La naturaleza actúa en conjunto, nosotros actuamos solos, somos egoístas con la naturaleza”. “Todo lo que hace la naturaleza (desastres naturales) es como nuestro karma por dañarla”. Luego generó una reflexión en torno a la naturaleza y el abuso: «así como existe el abuso sexual, nosotros somos abusadores y acosadores de la naturaleza, hacemos cosas con ella sin su permiso”. «Sólo porque la naturaleza no habla hacemos lo que queremos con ella».
Posterior a la reflexión se hizo una pausa para que los NNJ pudieran comer colación. A la vuelta se les invitó a la construcción de un umbral o dispositivo sensorial que reflejara, esta vez sin palabras, y sólo a partir de la creación libre con materiales, parte de las reflexiones conversadas.
En el grupo naranjo el trabajo fue más disperso y fueron ejecutando dibujos o instalaciones de manera más improvisada y sin aparente conexión entre cada uno, cosa que dificultó la unión de las partes al final del ejercicio. No se logró entender la idea final del trabajo.
En el caso del grupo morado, realizaron una performance, donde se vendaron los ojos y caminaron alrededor de la sala, simulando mucha contaminación. La reflexión estaba basada en que los seres humanos tenemos una venda en los ojos en relación a la contaminación, pero que si nos sacamos esa venda podemos revertir algunos daños. Lo interesante de este grupo fue que no usaron muchos materiales desechables, más bien se las ingeniaron para trabajar con elementos disponibles en la sala. Acá se notó un grupo muy cohesionado y comprometido con la actividad.
El grupo azul se dividió en intereses, algunos hicieron dibujos relacionados a la naturaleza, otro grupo construyó un túnel sensitivo, donde había piedras, telas e imágenes y donde hacían sonidos que simulaban naturaleza y contaminación, y un grupo de niñas construyó un volcán (que expulsaba lava hecha con vinagre y bicarbonato), que cuando fue explicado hacía relación a que la naturaleza tiene vida.
Todos los NNJ recorrieron los umbrales con mucho respeto y participación, sin embargo no hubo reflexiones al respecto.
Tercer Momento: el Consejo
Se reunió a los NNJ en el patio del Cecrea y se les invitó a reflexionar en torno al video de Greta Thunberg, niña activista sueca por el medio ambiente. Los NNJ estaban un poco inquietos y dispersos, aún así la mayoría vio el video:
“A mí, mi mamá me ve que falto al colegio y me agarra del brazo, me pega un cachetazo, me sube a la micro y me manda al colegio”, dijo en modo de broma uno de los NNJ al ver que Greta faltaba al colegio para protestar.
“La niña inspira al mundo, si nosotros no tenemos oxígeno morimos”.
Al terminar el video los NNJ fueron estimulados a escribir sus reflexiones en torno al “¿Qué podemos hacer nosotros por la naturaleza”. Ante esto respondieron:
“Involucrar a las nuevas generaciones”
“Plantar árboles”
“No botar basura”
“Lo que siento es que es un error poner en riesgo la naturaleza porque es como ponernos en peligro nosotros”
Para cerrar la actividad se les invitó a ponerse en círculo para hacer una despedida. Uno de los niños planteó que él quiere proponer talleres, que quieren ser escuchados, que en Cecrea ya no se les escucha como antes:
«Vinimos a una Escucha y propusimos un taller de música, pero después nos hicieron una cuestión de taller sonoro»
«Debería volver el club Cecrea, que no se convierta en una revista como el año pasado».
En un post-its plasmaron sus ideas y las pegaron en una puerta. Se leyó:
«Taller de cocina»
«Taller de música»
A partir de la información que surgió en la Escucha Creativa y luego de realizar la devolución de esta con los niños, niñas y jóvenes que participaron, nos proponemos los siguientes desafíos: