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Resultados Escucha Creativa La Ligua, Primer Ciclo 2019

Categorías: Cecrea La Ligua, Escuchas Creativas

Escuchas Creativas Cecrea

El corazón de Cecrea está en su sistema de participación permanente, pues buscamos que el programa se desarrolle a partir de las visiones, inquietudes e intereses de sus protagonistas. Su metodología principal es la Escucha Creativa, encuentro de niños, niñas y jóvenes (NNJ) que busca promover su participación activa, a través de estrategias de consulta lúdicas y creativas que posibilitan una constante retroalimentación de información para la toma de decisiones en cada Cecrea. Las Escuchas ponen de manifiesto el derecho de NNJ a participar y ser escuchados.

Cada Escucha dura tres horas. Para su realización se reúne a un equipo de tres adultos facilitadores, quienes guían las actividades, y hacen las preguntas para levantar la información que requiere el proceso. Además, participan tres observadores, encargados de registrar lo dicho y expresado por los niños, niñas y jóvenes para luego sistematizarlo en un reporte de resultados.

La primera Escucha Creativa que realizamos en cada Cecrea este 2019 estuvo vinculada con la temática de la Semana de la Educación Artística (SEA): “Arte y naturaleza, conciencia en acción”.

Objetivo de la Escucha

Promover el pensamiento crítico y creativo sobre la experiencia de los niños, niñas y jóvenes como seres constitutivos y habitantes de la naturaleza, propiciando la problematización, toma de conciencia y acción social en torno al impacto de las acciones humanas en el medio ambiente.

Escucha Creativa La Ligua

La Escucha se realizó el martes 30 de abril de 2019 en el Cecrea La Ligua, ubicado Pedro Polanco #480, La Ligua. Participaron 24 niños, niñas y jóvenes de entre 7 y 19 años, de los cuales 11 eran hombres y 13 mujeres.

 

¿Qué hicimos?

Cada Escucha Creativa tiene tres fases metodológicas: recepción – maestranza/taller – consejo. No obstante, es una estructura flexible, que cada región adapta a su realidad, donde lo fundamental es resguardar los derechos de niños, niñas y jóvenes, entre ellos: ser escuchados, expresarse libremente, participar de las decisiones que les afectan, jugar, y ser informados.

Para conocer en detalle la metodología diseñada para la primera Escucha Creativa de Cecrea en cada región, puedes descargar la planificación aquí.

 

Lo que escuchamos y observamos

Primer Momento: Recepción

Los participantes de 16 a 19 años conocían Cecrea, sin embargo no habían participado de ninguna actividad, mientras que los de 11 a 15 años reconocían el lugar y a las y los facilitadores, por lo que entraron con gran confianza. Con un gran abrazo una de las niñas le dijo a una de las facilitadoras “Hola tía, yo quiero quedar con usted”.

Después de la inscripción, los niños, niñas y jóvenes pasaron por un animómetro, dispositivo que contaba con la pregunta «¿Cómo me siento hoy?» El objetivo era que cada uno/a escogiera una imagen de la naturaleza y la ubicara en un cordel según su estado de ánimo. Hubo una buena participación en general, los y las participantes lograron conectarse con su sentir:

“Yo escogí el volcán porque a veces estoy súper tranquilo y de repente estallo”
«Las lagartijas me gustaban mucho por los colores que tienen, por eso la saqué”
«Si yo a veces igual así exploto (ante imagen de volcán), pero me gusta porque son grandes y fuertes»
“Yo elegí un pájaro porque son libres, yo ahora ando así más conectado con el cosmos”
“Ando más lento hoy día porque anoche me dormí tarde (ante imagen de caracol)”

No obstante, también observamos que algunos participantes escogían la imagen por que les gustaba o sin una relación directa con su estado de ánimo: «Me hizo gracia el castor (curro) por eso lo elegí». Es importante considerar este punto a la hora de diseñar un dispositivo cómo este, pues puede resultar complejo reconocer estados de ánimo a partir de la abstracción de una imagen.

Luego, llamamos a todo el grupo para hacer un círculo y realizar las dinámicas de activación y desbloqueo. Se dio la bienvenida y se explicó el sentido de la Escucha y los objetivos de la jornada.  Mientras algunos participantes escuchaban atentamente, otros estaban más distraídos. A continuación jugamos a la dinámica “Larailailero”, que buscaba activar y romper el hielo. Los niños, niñas y jóvenes participaron de forma diversa, algunos y algunas se reían, otros estaban más quietos y serios,  y otros alegres, pero mostrando cierta timidez. Algunas niñas de edad intermedia se reían mucho porque no lograban imitar los movimientos que requería la actividad. Los y las jóvenes eran los que estaban más quietos. Se hicieron varias repeticiones, con risas, entusiasmo y uno que otro con cansancio, pero en general la actividad sirvió para entrar en calor, familiarizarse con el lugar, la jornada y la gente.

Ya con el cuerpo más dispuesto, invitamos a los NNJ a participar de un recorrido sensorial para conectarse con la naturaleza, a través del olfato, el tacto y la audición. Con gran curiosidad y entusiasmo los NNJ recorrieron cada dispositivo que los invitaba a utilizar los sentidos.

En relación a la experiencia de oler (se utilizaron cajas que ocultaban hierbas aromáticas de diferente tipo) se escucharon expresiones como:

“Estos los usan pa’ rezar”
“Esta es manzanilla porque cuando uno toma un té es el olor, sólo que mojado”
“¡Oh! ¡Esto huele como el agüita de hierbas que me hace mi abuelita!”
«Yo reconocí fácil el  romero de castilla, en mi casa está lleno”

En la experiencia sensitiva de tocar (cajas con un orificio para sentir diversos objetos) también participaron con mucha curiosidad y asombro:

“Esta tiene que decir que hay playa, hay ambiente natural” (en relación a la arena)
¡Oh, son porotos!
«¡Qué asco! ¡Yo creo que es lodo»

En la experiencia auditiva (el invernadero del Cecrea estaba habilitado con parlantes y los NNJ entraron con los ojos vendados), se escucharon sonidos locales de espacios naturales. Frente a esto las impresiones fueron variadas.

«Yo escuché agua»
«Yo escuché pájaros»
“Yo me sentí en el río”

Estas relaciones que hicieron los participantes a partir de las experiencias vividas dan cuenta de su capacidad para hacer conexiones, con su entorno, vivencias y recuerdos. La dinámica por tanto, representa una oportunidad para trabajar con los niños, niñas y jóvenes en sus propias biografías a través de los sentidos.

Segundo Momento: Maestranzas

El grupo se dividió en tres según rango etario: 7 a 10 años, 11 a 15 años y 16 a 19 años. Para ello se utilizaron stickers de hojas, nubes y peces, y de manera natural se fueron agrupando según el distintivo.

La primera reflexión grupal estuvo relacionada con la actividad sensorial.

Grupo Hoja (7 a 10 años)“¿Todos y todas están de alguna manera conectados y conectadas con la naturaleza?”, preguntó la facilitadora, el grupo respondió que sí, y una niña agregó que ella va al cerro. Después se les preguntó si acaso la naturaleza son los sonidos de pájaros, los animales, las plantas y dijeron que sí, y agregaron los caballos o el agua. Es importante consignar que tal como fueron formuladas las preguntas inducían una respuesta cerrada y afirmativa, y al mismo tiempo, dejaban poco espacio para la reflexión más profunda, especialmente en un grupo de este rango etario.

En la actividad, los y las participantes aseguraron sentirse parte de la naturaleza, especialmente luego de la pregunta de la facilitadora, la que respondieron en forma entusiasta. En seguida una niña agregó con tono de tristeza y vergüenza: “pero lo que hacemos es que la contaminamos”. Entonces, la facilitadora les preguntó: “¿Y nosotros qué hacemos con la naturaleza?”  Varios/as del grupo dijeron: “La contaminamos”. La facilitadora agregó “¿Ustedes qué piensan? ¿La cuidamos?”  y el grupo respondió que no. Por ello, la facilitadora les preguntó por qué creían que pasaba eso:

«Porque botamos basura»
“Por el plástico”
“Algunas personas tiran humo”
«Ocupamos muchas bolsas malas”

En este momento los/as niños/as se veían más tranquilos y su tono de voz era más apagado ya que estaban señalando cosas que les parecían negativas. En ese momento, apareció el tema del consumo de carne. Una niña explicó que los/as humanos ya estábamos acostumbrados a consumirlas. De repente un niño opinó reflexionando que si no hubiésemos creado “este material” (indicando los materiales de la infraestructura) obviamente hubiésemos vivido en casas de madera del bosque sin necesidad de dañar los árboles. Entonces comenzó una reflexión en torno al uso que los/as seres humanos/as hacen de la naturaleza desde los tiempos prehistóricos. En ese momento ya estábamos sentados en el suelo y de hecho, la mayoría se estiró. Unos/as boca arriba, otros boca abajo, se veían relajados/as. El mismo niño que opinó lo de las casas luego agregó que no solo el ser humano había destruido la naturaleza y ejemplificó con el meteorito y la glaciación que ocurrió antes.

Parecían interesados/as en la conversación. En un momento la facilitadora les preguntó si cuidábamos a los animales y también fueron negativos en su respuesta. En general fueron bastante críticos respecto a la relación humano-naturaleza. Pero, al preguntarles directamente si ellos/as cuidaban a sus animales respondían que sí y daban ejemplos de las mascotas que tenían y cómo las cuidaban o interactuaban con ellas. La facilitadora después retomó la conversación y les preguntó si a pesar de que estamos en contacto con la naturaleza no hemos sido buenos con ella. Una niña dijo:

«Todos/as somos naturaleza» y apuntó a sus compañeros/as y les dijo: “Tú eres naturaleza”

El grupo reconoció que no hemos sido buenos con la naturaleza. En ese momento un niño dijo lo siguiente:

“Quizá los humanos no se daban cuenta que eran parte del medioambiente y pensaban que no pasaba nada”

La facilitadora contestó que quizá no había mala intención y se creía que la naturaleza iba a estar para siempre, entonces preguntó: «porque la naturaleza se gasta ¿o no?» y el grupo contestó que sí. De este modo, se pasó a reflexionar sobre las acciones humanas y sus consecuencias en la naturaleza como la tala de los árboles o la sequía de los ríos, en específico los ríos de la zona. Opinaron que la naturaleza se podría acabar en algún momento pero en millones de años al igual que el sol. Tras esto, la facilitadora les dijo que les tenía una pregunta y les repartió unos cartones para cada uno/a para que pudieran escribir su respuesta. Allí lanzó la pregunta central de la Escucha: ¿Qué hemos hecho los humanos con la naturaleza?”.  Después de repartir los cartones cada niño/a se concentró y comenzó a escribir, algunos/as dibujaron. En un momento un niño le dijo a la facilitadora: “Sabe que en mi familia piensan que la naturaleza no está viva, que el agua no está viva, que las piedras no están vivas”.

Luego, la idea era que pudieran expresar sus ideas sobre la pregunta central de la Escucha pero esta vez sin palabras, usando su creatividad y materiales dispuestos para la creación de una obra artística. Entonces, los NNJ se acercaron al centro de la sala y observaron los materiales, algunos comenzaron a tomar tijeras, plasticina y revistas. La facilitadora los invitó a trabajar de manera individual para luego compartir su creación con el resto del grupo y pegarla en un papelógrafo. Los y las participantes trabajaron con gran entusiasmo, se veían cómodos y felices de estar en Cecrea. Las creaciones estuvieron orientadas a la protección del medio ambiente, la contaminación del agua y los incendios forestales. Asimismo, tendieron a responsabilizar a los adultos como los principales responsables del daño a la naturaleza.

Percibimos una conciencia en el grupo con respecto al daño medioambiental causado por los seres humanos. Fue interesante cómo la conversación fue transitando desde la conexión con la naturaleza, la relación histórica del ser humano con ella, hasta el sentirse naturaleza y reconocer sus problemáticas. No obstante, se observó también en el grupo, un discurso aprendido con respecto al medio ambiente, el que no necesariamente se condice con acciones cotidianas o espíritu concreto de movilización para el cambio. Al mismo tiempo, al identificar daños del medio ambiente, aunque se mencionó someramente el tema de la escasez de agua en la zona, en este grupo no se profundizó sobre problemáticas locales, lo que se presenta como una oportunidad para una próxima actividad en Cecrea.

Grupo Nube (11 a 15 años): ¿Qué sentiste al interactuar con los objetos de la entrada? Fue la pregunta con la que se inició el diálogo en este grupo.

“En la actividad desarrollamos nuestros sentidos”
«Son de la vida cotidiana. Caminamos, escuchamos, olemos cosas” 

En general no pudieron conectarse con lo que sintieron o dar respuestas orientadas a la pregunta realizada por el facilitador.

Cuando se dio pie a  a la pregunta central de la Escucha: «¿Qué hemos hecho los seres humanos con la naturaleza?» se percibieron inmediatamente respuestas negativas:

“Dañarla”
“Muerte”
“Botamos basura donde no se debe”
“Cortamos árboles”

Sin embargo, también hubo respuestas más optimistas:

“Le entregamos vida porque la cuidamos”
“Campañas de cuidado del medio ambiente”

Luego, el ejercicio creativo desarrollado por los NNJ del Grupo Nube fue audiovisual. Los y las participantes grabaron sus respuestas a la pregunta central de la Escucha en primera persona, haciendo un ejercicio de empatía con la naturaleza y personificándola. Para esto se usó el celular del facilitador, un notebook y un programa computacional para que los NNJ interesados editaran el video. Esta creación estuvo influenciada por el facilitador, pues en el co-diseño ya se había conversado sobre la realización de este ejercicio. Los y las participantes que grabaron se fueron a un lugar del Cecrea que les gustó para grabar a sus compañeros, otros se quedaron jugando.

Otra parte del grupo hizo un hashtag con materiales reciclados cuyo objetivo era causar impacto o viralizar el tema de la Escucha bajo el lema #Tomaconciencia, y un marco de Instagram para invitar a sus compañeros y compañeras a fotografiarse con el hashtag. Lamentablemente ninguno se motivó en sacarse fotos. No obstante, el trabajo realizado por este grupo es una oportunidad para volver a levantar el tema en otras instancias de Cecrea. Es posible re-utilizar el marco y el hashtag, así como difundir el video para contribuir a generar conciencia y masificar el tema.

Grupo Peces (16-19 años): Cuando comenzó la reflexión se produjo un silencio y luego fluyó la conversación dónde cada uno de los jóvenes aportó desde su visión y experiencia con la naturaleza. Demostraron un gran interés por su cuidado y el grupo en su totalidad señaló que la naturaleza hay que cuidarla, pues todos disfrutan de ella, y reconocieron constantemente estar en lugares fuera de la ciudad donde se sienten cómodos.

“Yo salgo a caminar mínimo una vez a la semana por la playa, porque donde vivo puedo hacerlo
“Nosotros, por ejemplo, vivimos cerca y allá casi siempre nos arrancamos a un bosque que hay

También reconocieron que no solo hay que salir fuera de las casas para poder estar en contacto con la naturaleza: “En el jardín donde mi abuelita está lleno de plantas y me gusta estar ahí”.

En este sentido, los y las participantes relacionaron la naturaleza como algo ajeno a ellos, un lugar al que se accede y aunque para algunos es cotidiana no llegan a formular la idea del segundo grupo: «somos naturaleza».

En relación a la pregunta central: «¿Qué hemos hecho los seres humanos con la naturaleza?», el silencio grupal duró aproximadamente un minuto, hasta que comenzaron a expresarse:

 «Desaprovecharla, destruirla»
«Cosas buenas y malas»
«Explotarla»
«Nosotros afectamos a la naturaleza»
«Yo creo que es un círculo vicioso, porque la ocupamos a la naturaleza para cosas pero a la vez la destruimos»
«Ya no sabemos cómo vivir con ella, como en nuestros orígenes, en los tiempos antiguos, porque la relación humano naturaleza creció de mala forma cuando crecieron las culturas», «Yo también creo que el progreso del ser humano daña a la naturaleza»
«Si por ejemplo, un señor hace una oda a la naturaleza, a una planta, esa planta después va a ser un árbol grande y todo, pero va a terminar siendo papel donde el señor después va a escribir la oda a la naturaleza, entonces es como vicioso por eso lo digo»
«Yo creo que la hemos ensuciado mucho porque hay muchas empresas como que la gente se vuelve loca»

En este grupo se observó una mirada crítica con respecto a la relación de los seres humanos con la naturaleza, pero llama la atención que no se logra vincular ese diagnóstico con su propia vida cotidiana. No hay mención, por ejemplo, a la escasez de agua de La Ligua, o a los problemas ambientales que provoca la plantación de paltas, situaciones que han sido mencionadas por los NNJ en otras Escuchas Creativas. Queda la pregunta pendiente entonces sobre cómo visualizan las acciones del ser humano en su propia comuna. 

Después de la colación se invitó a los y las participantes a la construcción de una maqueta/instalación que reflejara las reflexiones anteriores. Se les entregó una serie de materiales para trabajar, como papeles de distintas texturas, cartón, telas, elementos reciclados, coligües, tijeras, entre otros.

Una dupla de jóvenes se dispuso a trabajar un bosque “sano” y uno “enfermo”.

«Queremos poner árboles bien verdes que estén como vitales, y en el otro lado unos troncos, unas llamas como un bosque que lo talaron, o que se quemó»
«Estábamos haciendo un bosque donde estuviera todo verde bacán y al otro lado íbamos a poner un bosque seco«

La dupla de chicos reconoció no saber bien qué hacer entonces una de las chicas comentó

«Yo creo en eso del ciclo vicioso»

Mostró un papel lustre donde había dibujado su idea:

“Aquí hay una persona que le escribe una oda a una planta, que cuando crezca va a ser un árbol,  pero después para hacer papel la persona lo tiene que talar para usarlo como papel y poder escribir»

Tomaron los coligües, papel celofán, cartón panal y silicona y decidieron recrear este ciclo. El resto del grupo luego de dudar mucho, se sumó a esta iniciativa, agregando por ejemplo representaciones de industrias, luego de que un participante dijera:

«Yo creo que son las empresas las culpables de que todo esté así, hay muchas que contaminan».

Una vez que todos los grupos terminaron su trabajo, pasaron a recorrer los espacios de sus compañeros/as.

Tercer Momento: El Consejo

Una vez terminado el recorrido por grupos, los y las participantes se reunieron nuevamente para hacer el Consejo. La primera invitación fue a ver un video de Greta Thunberg (niña activista medioambiental de origen sueco) con la intención de motivarlos a la acción. Para ello les entregamos un cartón bajo la consigna “Y nosotros ¿Qué haremos?” y los/as invitamos a escribir sus apreciaciones en un cartón.

 «Yo creo que deberían haber más cosas así en el colegio, porque a varios compañeros míos les interesa»
“Debemos compartir estas experiencias con nuestros amigos y familia para que tomen conciencia” 

«Limpiar la ciudad. Apoyarnos a hacer lo mismo. Luchar por la naturaleza del planeta»
«Cambiar el mundo y a las personas»
«Yo concretizaré a mis amigos, familia o conocidos para que entiendan que el mundo cada vez se está haciendo pedazos y esa no es la idea»

Se percibe una actitud crítica y de responsabilidad por parte de los niños, niñas y jóvenes a la hora de hablar de compromisos y conciencia con respecto a la temática del medio ambiente, hubo una actitud propositiva a generar cambios. En general, además, en el Consejo se repitió la idea de generar consciencia, de contarle a otros/as lo que está pasando en el medio ambiente, de viralizar las problemáticas, en línea con el trabajo del segundo grupo.

Conclusiones

  • Los niños, niñas y jóvenes reconocen la naturaleza como un espacio de comodidad y tranquilidad, un lugar donde se sienten cómodos y seguros: «A mí me gusta ir a caminar porque me tranquilizo, estoy más piola», «a mí me pasa que me dan ganas de hacer cosas cuando voy pal cerro, como que me motivo», «a mí me gusta salir a escuchar como los pájaros, o el mar, eso como que me gusta más«, expresaron. De hecho, la actividad de conexión sensorial con la naturaleza los llevó a buenos recuerdos. Esto representa una oportunidad para el programa, a la hora de pensar en una nueva actividad donde lo sensorial nos remita a nuestras propias biografías.
  • La relación expresada por los y las participantes con la naturaleza da a entender que la visualizan como algo  externo a ellos/as, un lugar al que acceden. Son pocas las reflexiones sobre el sentirse naturaleza. Uno de los desafíos al respecto está en las preguntas que hacen los facilitadores, las que pueden incentivar o limitar la reflexión.
  • Los y las participantes reconocen los daños a la naturaleza y medio ambiente que realizamos los seres humanos. Reflexionan en torno a la basura, la contaminación, tala de árboles, entre otros. No obstante, no existen relaciones en torno a estas problemáticas y su territorio. Lo anterior representa una oportunidad en el sentido de pensar en una próxima actividad participativa donde las preguntas por el lugar en el que viven sean más explícitas. Al parecer, al hablar de «naturaleza» en términos genéricos dificulta la reflexión hacia lo propio.
  • Muchos niños, niñas y jóvenes reconocen iniciativas por la naturaleza en su localidad como agrupaciones o la labor de CONAF. Un participante plantea en relación a los microbasurales: «Los viernes hay gente que se va a juntar a limpiar el río». No obstante, son pocas las menciones a acciones que ellos/as mismos/as pudieran realizar. Desde su perspectiva las responsabilidades son más bien de los adultos, las empresas, de otros, por tanto, no parecen invitados a contribuir a su solución. Esto también representa una oportunidad para Cecrea, pues es uno de los espacios donde desarrollar una opinión crítica al respecto y crear un proyecto que contribuya a aquello. No obstante, el primer paso es identificar con los NNJ, si ellos y ellas están dispuestos/as, las problemáticas de su territorio que más les afectan para luego pensar en acciones.
  • Hay una oportunidad instalada a partir de la Escucha de utilizar las redes sociales para generar una campaña comunicacional que genere conciencia por el cuidado de la naturaleza. Es una oportunidad además para convocar a más NNJ a la acción.
  • Los NNJ tienen conocimiento sobre prácticas de protección del medio ambiente como el reciclaje, reducción de basura, reutilización y otros. Los discursos sobre esto vienen aparentemente desde la Escuela.
  • Los NNJ son participativos y muy analíticos en relación a los temas de medio ambiente y naturaleza. Tienen conocimiento y opinión formada con respecto a estas temáticas.

Desafíos Cecrea: ¿Qué haremos con esta información?

A partir de la información que surgió en la Escucha Creativa y luego de realizar la devolución de esta con los niños, niñas y jóvenes que participaron, nos proponemos los siguientes desafíos:

  • Consideramos que si bien hay conciencia respecto a la contaminación, impulsaremos nuestras acciones a que no sólo sea desde una perspectiva externa y contemplativa, sino que podamos  movilizar a jóvenes que les gusta la música con un Festival del Medioambiente. La idea es que no sólo esté presente el lenguaje musical con letras alusivas, si no también se formen grupos medioambientalistas para difundir el cuidado del medioambiente, dirigiendo los mensajes principalmente a los adultos quienes, según los NNJ, por sus  malas prácticas, son los principales responsables de la contaminación.
  • Como equipo Cecrea La Ligua nos comprometemos a mejorar los canales de información respecto a la escasez hídrica de la zona producida, entre otras razones, por el monocultivo y la sobreexplotación de los suelos con plantaciones que requieren alto consumo de agua, la que ha impactado directamente  en la naturaleza, generando  cambios ecológicos irreversibles, como la ausencia del río, así como la falta de agua para el consumo humano. Para ello realizaremos diferentes acciones que vayan en esa dirección, ya sea por medio de acciones artísticas contemporáneas y/o con Corresponsales del Medio Ambiente, donde NNJ sean los reporteros que difundan informaciones de los lugares donde se estén produciendo vulneraciones al medioambiente o a relevar aquellos donde lo estén protegiendo.
  • Mantener y generar buenas prácticas ambientales en el espacio y edificio de Cecrea, haciendo de él un referente para la comunidad.
  • Conocer e indagar en la fauna silvestre, en los insectos y en cómo sus hábitats se han visto invadidos por el hombre y de esa manera  lograr mayor empatía y conocimiento del mundo de los pequeños animales.
  • Fomentar una vida sana por medio de acciones que contemplen el movimiento corporal y alimentación saludable y sustentable.