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Entre el 10 y el 28 de febrero, estará en el Centro Nacional de Arte Contemporáneo “Sintonía del Río”, instrumento mecano-sonoro inspirado en la cosmovisión y estructura de la música mapuche y que es el resultado de la Residencia de apropiación de Cecrea Valdivia, donde niños, niñas y jóvenes participaron de un proceso de construcción colaborativa de acuerdo a sus intereses, inquietudes, opiniones e identidad.
Se trata de un ensamble mecánico de tambores (kultrün) controlados por el goteo de agua del rio Calle Calle, eje fluvial de la Región de Los Ríos.
El kultrün es un instrumento utilizado para guiar los rituales de saludo de los elementos. Para los mapuche cada ritual es la posibilidad de creación de un nuevo ritmo, siempre improvisado, dentro de una estructura 4/4: cuatro elementos, cuatro estaciones del año, cuatro puntos cardinales. Un número sagrado que refleja las creencias animistas de su cultura.
La obra, fue trabajada con el colectivo artístico mexicano Interespecifics, quienes sostuvieron encuentros con actores relevantes para incorporar las claves de la cosmovisión mapuche en el proyecto, entre ellos, el antropólogo intercultural Pedro Inalef, quien compartió su Archivo Organológico Mapuche que fue vital para comprender la ausencia de patrones y composiciones musicales en el mundo mapuche y luego incorporarlo en la programación de los motores en sintonía.
Además, conversaron con una lonko mujer (escasas en las comunidades) de lago Ranco, Juana Cuante, quien entregó su mirada respecto del agua y los ritos de saludo que es posible advertir en el mundo mapuche.
La obra es el resultado de un trabajo creativo con niños, niñas y jóvenes donde se abordaron procesos que incluyeron música, electrónica, programación e investigación de la cultura mapuche, intereses que fueron manifestados por los mismos participantes en la escucha creativa, y conducidos por el colectivo mexicano.