Fecha publicación: 6 de mayo 2021
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Fue reconocido a nivel internacional por sus facetas de biólogo e intelectual. Acuñó el concepto de autopoiesis y en 1994 recibió el Premio Nacional de Ciencias por sus planteamientos en torno a la teoría del conocimiento, vinculada a la educación, la comunicación y la ecología. Para el año 2000 fundaba el Instituto de Formación Matríztica junto a Ximena Dávila.
Para Cecrea, Humberto Maturana Romecín fue aún más que todos sus logros y reconocimientos. Fue una fuente infinita de sabiduría y cariño que hoy se plasma en el corazón del programa: “Un contexto cultural amoroso conservado en prácticas como las que proponen los Centros de Creación, puede generar el espacio para la realización de niños, niñas y jóvenes que vivan su transición a la adultez hacia personas adultas que conserven la creatividad, la ética, y la colaboración”, decía en 2015, cuando de la mano de Matríztica elaboró el Plan Estratégico 2015 – 2018 para los Centros de Creación.
En el mismo documento, que fijó las bases para los primeros años del programa, señaló que “la legitimidad y la institucionalidad de los Centros de Creación es entonces un factor clave en la vida civil, y por lo tanto se constituye en un espacio de confianza y de aprendizaje que modifica el vivir de niños, niñas y jóvenes desde su espacio de legitimidad social o equidad, haciendo que radique allí su sentido más profundo”.
En su cuenta de Twitter, la ministra de las Culturas, Consuelo Valdés, dijo: “Me sumo al pesar por el fallecimiento de Humberto Maturana, Premio Nacional de Ciencias. Un hombre que dedicó su carrera a la investigación científica, y también a la filosofía y la literatura. Colaboró con las bases teóricas de Cecrea. Mis condolencias a su familia”.
El legado de Maturana, a través de sus reflexiones, su visión de la educación pública, del convivir amoroso, de esa sensibilidad científica y su inigualable sentido del humor, seguirán siendo parte de las motivaciones de Cecrea “mirarnos y escucharnos”, como declaró en una de sus últimas entrevistas, junto a los niños, niñas y jóvenes de todo el país. Pues, como nos dijo: “el futuro de la humanidad no son los niños y niñas sino que los adultos con quienes ellos y ellas conviven”.